jueves, 24 de julio de 2025

El Colegio Nacional de Abogados Democráticos

 

                                 La era está pariendo un corazón

Hace unos días y derivado de una  serie de conflictos un grupo de abogadas y abogados decidió convocar a la formación del Colegio Nacional de Abogados Democráticos, no es un secreto que se deriva de una ruptura en el centro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos.

   No todas las rupturas implican la decadencia y muerte de una organización, sino también implican el nacimiento de una nueva organización, que puede atender temáticas que ahora no se abordan, sobre todo las crisis que actualmente atraviesa el gobierno de México.

   Algunas de estas crisis son: La militarización de la seguridad; la incertidumbre jurídica y la decadencia de la cultura de la legalidad; la mala calidad de los servicios de acceso a la justicia; la defensa del medio ambiente; la defensa de los grupos vulnerables; la corrupción y la falta de transparencia; el incumplimiento de las condenas internacionales; las desapariciones; la extorsión; y la impunidad entre otros aspectos.

        Lamentablemente muchas de estos aspectos no se están atendiendo actualmente por la organización, además de otros vicios en la democracia interna, lo que orillo a que algunos miembros de la organización decidieran apartarse en algunos casos, y en otros, fueron expulsados por la dirigencia actual, que además ha ideado la arenga como carta de presentación.

       Fue así que surgió la idea del Colegio Nacional de Abogados Democráticos, cuyo nacimiento tiene un carácter más técnico que político, pues, será una organización de abogadas y abogados que aspiran a la justicia social con democracia, ejerciéndola tanto externa como internamente.

        La única motivación es el compromiso social de cada uno de los profesionistas, y el formar un espacio de diálogo y denuncia de los diversos abogados y abogadas que son víctimas de las prácticas desde el poder político, económico o social, de personajes que buscan implantar por la vía de la fuerza y el fraude su poder.

         Pero hay algunos retos, uno de ellos es conformar una estructura orgánica, comprender el mandato de mandar-obedeciendo, formar comisiones técnicas con estudios jurídicos sustentados, pero sobre todo democratizar nuestras decisiones y dirigencia.

      La última parte quizá lo más complejo, porque implica formar cuadros y ser incluyente, además y sobre todo, apoyar a la juventud que son nuestro futuro, y evitar direcciones eternas, sino buscar la rotación democrática, eso evitará relaciones perniciosas de poder, y sobre todo contemos con independencia y autonomía, basada en el ejercicio ético pero también social de la profesión.

Ánimo, hagamos historia!

sábado, 19 de julio de 2025

El XXIX Congreso Nacional de la ANAD. Un pedazo de historia que se pretende borrar.

 

Los conflictos en la Asociación Nacional de Abogados Democráticos no son nuevos, incluso podría afirmar que son parte de la construcción de una organización que aspira a ejercer la democracia.

   Lo contrario sería una organización donde existiera un pensamiento único, donde se postularan dogmas sin reflexión, y se buscara que los miembros se ajustaran a los cánones impuestos por dirigentes con ánimo sacerdotal.

    En la mayoría de elecciones dentro de la ANAD, han existido una serie de rupturas, con diferentes actores, algunos de ellos abogados y abogadas reconocidos en el foro nacional, otros no estuvieron de acuerdo con la dirección que se impuso hegemónicamente por un grupo en ésta, quizá de las separaciones más mencionadas fue la de Arturo Alcalde Justiniani y Bárbara Zamora, abogados reconocidos internacionalmente.

    También han existido curiosamente elecciones por “acuerdo”, con candidaturas únicas y simulaciones de elección, aunque reconozco que han sido las menos en la historia reciente de esta organización.

    He sido testigo de siete elecciones en la organización, a la cual ingresé con el ánimo de participar políticamente en la defensa de los derechos del pueblo de México, y comparto sus principios de democracia, y justicia social.

    Ahora ante un conflicto interno se busca más que nunca de parte de la dirigencia “oficial”, extender esa “legalidad” en el papel, más allá de la reflexión y atención del papel que debería tener la organización, cuyo origen es la crítica al abuso del poder político y el apoyo hacia abogados y abogadas que se encuentran en peligro por defender los derechos de sectores excluidos.

     Más allá de eso, quiero traer un recuerdo que sea testigo del periodo que me tocó presidir honrosamente la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, sobre todo por no ser el perfil oficial y haber obtenido el triunfo en una elección dividida.

    Hablo de la elección celebrada el pasado 22 de febrero del 2020, dentro del XXIX Congreso Nacional de la ANAD, cuando acudí como miembro activo a compartir una ponencia con mis pares sobre la Reforma Judicial que se estaba discutiendo en ese momento, mi intención no era ser candidato a la presidencia de la ANAD, pues, yo radico desde hace tiempo fuera de la Ciudad de México.

     Como en otras ocasiones en la ANAD, había una sola candidatura pocos querían inscribirse, y sinceramente la candidata era muy competente y reconocida internacionalmente hablo de Pilar Noriega, no obstante, dos compañeros de Nuevo León se indignaron por la candidatura única y salieron del auditorio en el Sindicato Minero donde se celebraba el congreso, por ello, decidí participar en la elección y se me dio oportunidad de exponer un plan de trabajo que afortunadamente por los años de militancia en la ANAD, ya tenía bien estructurado.

    Después de exponer mis ideas, fui cuestionado duramente por una abogada María de la Luz Rivera, quien atacó más mi persona que mis ideas, pero se decidió que fuera una elección con voto directo, libre y secreto. Todos los asociados con derecho a voto emitieron su sufragio.

     Al concluir la elección, se contabilizaron los votos y gané por un voto, desde luego, no fue del agrado de un sector a quien además “reportaba” para algunos miembros destacados que, por sus múltiples e importantes ocupaciones no pudo acudir a un evento así, cuestión que se corregiría posteriormente buscando el voto electrónico.

    Fueron dos años complejos, lo acepto, con decisiones que se me reconocieron y otras que me criticaron duramente, pero sobre todo fue un gran aprendizaje. Por ello, quiero reconocer a quien me acompañó en el Comité Ejecutivo, y seguir narrando mi testimonio, aun aquí donde como diría Sabina habita el olvido.

COMITÉ EJECUTIVO ANAD 2020-2022

ROBERTO JULIO CHÁVEZ DELGADO

PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN

MARÍA DEL PILAR NORIEGA GARCÍA

SECRETARÍA DE ORGANIZACIÓN

ERNESTO VILLAREAL LANDEROS

SECRETARÍA DE RELACIONES

MARÍA LUISA CAMPOS ARAGÓN

SECRETARÍA DE FINANZAS

ADRIÁN JIMÉNEZ MONDRAGÓN

SECRETARÍA DE INFORMÁTICA Y DIFUSIÓN

RENE GONZÁLEZ VELAZQUEZ

SECRETARÍA DE DERECHO CONSTITUCIONAL POLÍTICO Y ELECTORAL

ALFREDO ISMAEL MARTÍNEZ BALTAZAR

DERECHOS HUMANOS E  INDÍGENA

JORGE VIVEROS REYES

SECRETARÍA DE DERECHO LABORAL, SEGURIDAD SOCIAL Y COOPERATIVO

ALFONSO SAUCEDO GARZA

SECRETARÍA DE DERECHO ECONÓMICO, FINANCIERO Y FISCAL

VIDAL ROJAS CAMPOS

SECRETARÍA  DE DERECHO PRIVADO

FRANCISCO TOMÁS RAMÍREZ MÉNDEZ

SECRETARÍA DE DERECHO INTERNACIONAL

BERTHA GALEANO CISNEROS

SECRETARÍA DE DERECHO PENAL

EDITH RAMÍREZ RAMÍREZ

SECRETARÍA DE EQUIDAD Y GÉNERO

LAURO JONATHAN SOL OREA

COORDINADOR NACIONAL

 

   

sábado, 12 de julio de 2025

El día del abogado y la crisis de la justicia en México

 

Los dichos y los hechos deben tener congruencia, quizá esa fue la esencia del concepto de praxis de origen marxista, no obstante ello, en pocas ocasiones se tiene dicha coincidencia.

     Tal es el caso de la justicia en México, que ahora enfrenta una seria encrucijada porque, por un lado, nos encontramos ante un proceso de reforma donde el electorado participa por primera vez en la elección de sus jueces, magistrados y ministros de la Corte Suprema del país; y por otro lado, nos encontramos ante una saturación de los tribunales mexicanos, miles de trabajadores, padres, niños, comerciantes y ciudadanos en general acuden a reclamar justicia, sin encontrarla.

       La razón es que el trabajo diario de los tribunales se encuentra hoy más que nunca en una crisis económica, política y social. Tan solo hace una semana se encontraban suspendidas las actividades de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, así como del Tribunal Superior de Justicia, por denuncias de su personal que señalaban falta de recursos materiales y humanos, para atender la gran demanda de las personas que acuden a buscar justicia ante dichas instituciones.

     Los Tribunales federales se encuentran ante el temor constante de la posible reducción de sus prestaciones laborales, cuyo origen se basa en la actual negativa del órgano administrativo del Poder Judicial Federal para cubrir las indemnizaciones de los jueces y magistrados que renunciaron a sus cargos derivados de la elección judicial, lo que podría derivar en paros y conflictos al interior de carácter laboral.

      Nuestras instituciones de procuración y administración de justicia se encuentran también cuestionadas por los organismos internacionales, así como por nuestro socio comercial más importante, donde la posible vinculación con miembros del crimen organizado es preocupante.

       Considero que la justicia en México, no iba por buen camino sobre todo para los sectores más vulnerables del país, y miles de personas que fueron víctimas del influyentismo, la impunidad, el burocratismo y la corrupción.

      En mi caso considero que la reforma fue necesaria, el diseño y la forma será un tema que deberá evaluarse a futuro no ahora, dándole la oportunidad a los actores para desempeñar su encargo, empero, debe devolverse a nuestro país la certeza de que habrá instituciones de justicia sólidas, profesionales y sobre todo que habrá respeto absoluto a los derechos humanos reconocidos nacional e internacionalmente, acatando las resoluciones, no prejuzgando sobre éstas y sobre todo atendiendo las demandas del gremio jurídico por parte del gobierno mexicano y evitando la impunidad.

    Por ello este día de conmemoración, más que nunca, México requiere de abogadas y abogados, que busquemos la conciliación y el respeto de los derechos humanos, pero sobre todo evitar los abusos de poder de la autoridad y de aquellos factores externos que pretendan torcer la ley, nuestro papel debe ser la crítica objetiva y no el aplauso banal, porque el primero no agrada pero hace reflexionar, el otro elogia pero ciega e incluso ejerce cierta complicidad o responsabilidad. ¿La historia nos absolverá?