El
autor comienza una reflexión en torno al desarrollo de los monos y su
evolución, tomando como referencia a Darwin, y precisa que una acción
fundamental fue la postura erecta del mono, así como describe las posibilidades
de actividades entre éstos.
Sin embargo, Engels aclara que una
diferencia sustancial entre ambos, pues el hombre por más primitivo que sea
tendrá siempre mayores habilidades que el mono, al tener manos que pueden
realizar miles de operaciones, atribuyendo directamente tal virtud al desarrollo
del trabajo. Es decir, Engels va más allá e incluso atribuye dicho desarrollo
humano como un producto del propio trabajo.
Bajo esa lógica, Engels enlaza una serie de
acontecimiento y desarrollos del ser humano, al expresar que el desarrollo de
la mano generó una serie de trabajos conjuntos que orillaron a los hombres a
comunicarse entre ellos de mejor manera, desde luego, los desarrollos
organizacionales contaban indudablemente con una relación directa con los demás
órganos del cuerpo, por ello la laringe fue uno de ellos.
Después el propio Engels se dedica a
realizar un pasaje sobre los acontecimientos que condujeron al hombre al
desarrollo o utilización del fuego y la domesticación de animales, en esencia,
señaló de manera categórica que el hombre adquirió dominio sobre la naturaleza.
Aunque, el autor acota que el dominio de ésta no tiene similitud a la
explotación de los hombres, pues, nosotros somos parte de la naturaleza con la
sutil diferencia de nuestra capacidad para conocer las leyes de la naturaleza y
aplicarlas adecuadamente.
Por último, Engels advierte en su texto las
consecuencias del dominio en la naturaleza especialmente en dos vertientes, por
un lado, los impactos ambientales que en lo inmediato no son visibles pero
tienen resultados desastrosos, y por otro, los efectos sociales cuyo
significado lamentablemente es la explotación humana, en la mayoría de
ocasiones tal como lo demuestra la historia y la economía política.
Un
texto corto pero concreto, se los recomiendo.